MARC BIRKIGT

Nace en 1878, hijo de un sastre de Ginebra. A los dos años fallece su madre y a los once años su padre, su abuela materna se encarga de su educación. Con diecisiete años entra en la Escuela de Mecánica de Ginebra y obtiene su diploma a los veinte años, pero acaba de perder a su abuela. La vida laboral y la armada le absorben.

Empleado para una empresa especializada en la fabricación de máquinas y utillajes para relojería, es destinado al ejército e incorporado como armador. Fue su trabajo con las armas lo que le facilitó el conocimiento del aluminio, un metal poco conocido hasta entonces que le permitiría en un futuro fabricar motores ligeros.

Su servicio militar termina y Birkigt busca un nuevo empleo, es entonces cuando uno de sus compañeros ginebrino le emplea en "La Cuadra", una empresa de Barcelona para fabricar un ómnibus eléctrico. Marc Birkigt no está muy decidido, pero al final se traslada a la capital catalana y diseña el ómnibus que no llegará a funcionar. Birkigt que no creía en la tracción eléctrica, propone a sus jefes desarrollar un motor de explosión, los responsables aceptan y media docena de vehículos fueron producidos (uno de ellos aún se conserva) por La Cuadra, Birkigt es promovido a Director Técnico. La empresa no tardará en irse a la quiebra.

El ingeniero ginebrino, con 23 años, regresa a Ginebra, donde se casa el 23 de noviembre de 1901 con Eugénie Brachet que le dará un hijo, Louis en 1903, y una hija, Yvonne, nacida en 1905 a bordo de un Hispano-Suiza.

La reputación de Birkigt se forma, en Barcelona, al unirse y convencer al principal acreedor de La Cuadra para que acepte su proyecto de formar una industria automovilística española. Esta será la "J. Castro Fabrica Hispano-Suiza de automóviles". Marc Birkigt forma parte de los socios y el término "Suiza" unido a "Hispano" indica su presencia en la empresa; es también un signo de calidad que no impedirá que la Castro se hunda en la primavera de 1904. El aura de Marc Birkigt sin embargo queda acentuado por crear la primera transmisión por cardan, que reemplaza la cadena habitual.

Los otros financieros, que creían a pesar de todo en el porvenir del automóvil, aceptan crear una nueva sociedad: la "Hispano-Suiza Fabrica de automóviles, S.A." cuya sede se fija en Barcelona en junio de 1904, bajo la dirección técnica de Marc Birkigt.

En 1906, Marc Birkigt decide ensanchar los horizontes de la empresa en la exposición del Salón de París. El éxito es inesperado, el mundo entero comienza a hablar de Hispano-Suiza en términos de elogio. Y su director, que toca todos los frentes, decide racionalizar para abaratar los costes de producción, el hecho atrae, en 1907, a sus representantes y comercializa este año un motor de doble encendido y dos bujías por cilindro. El "Twin Spark", como se dice hoy en día.

Otro evento se produjo en 1907: el radiador de los Hispano-Suiza es adornado con un magnífico emblema esmaltado, que lleva los colores españoles y suizos sustentando dos alas: símbolo de velocidad para unos, mensaje de futuro para otros; Birkigt, pasados unos años, va a apasionarse por la aviación.

Los negocios prosperan durante los siguientes años. Los compradores provienen de todo el mundo. El rey Alfonso XIII, fiel cliente de la marca, le demuestra su reconocimiento concediéndole a los treinta años el título de Caballero de Isabel la Católica. Dos años después, Marc Birkigt crea un modelo que será célebre: el Alfonso XIII.

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Hispano-Suiza 45 Cr Alfonso XIII (1911)

Los años que siguen ven a los Hispano-Suiza participar en la mayor parte de las carreras de automóviles organizadas por toda Europa, a menudo seguidas de éxitos. Cada uno supone un crecimiento de la publicidad de la marca y los pedidos llegan a la fábrica de Barcelona. En 1910 la dirección de la empresa toma una decisión que será histórica: Hispano-Suiza se va a instalar en Francia. En 1911 las máquinas y el personal ocupan unas viejas cocheras de tranvías, situadas en Levallois, dos locales donde el tamaño será pronto insuficiente. Hispano-Suiza construye pues una fábrica en Bois-Colombes. En el momento de la declaración de guerra, la marca produce treinta tipos de chasis y motores para automóviles, dos grupos motopropulsores para la marina, dos camiones y dos autobuses.

Pero las hostilidades comienzan; Birkigt pone su ingenio y la fábrica de Bois-Colombes al servicio de Francia. El ingeniero suizo diseña su primer motor de avión: un grupo totalmente de aluminio, refrigerado por agua, que pesa quince veces menos que un grupo convencional. Este motor revolucionario asegura a la empresa una salida fulgurante dentro de un dominio tan novedoso para ella: entre 1916 y 1918, veintiún constructores franceses, ingleses, americanos, italianos, rusos y japoneses construyen unos 50.000 motores Hispano-Suiza bajo licencia.

Uno de los mejores pilotos franceses, George Guynemer, es célebre por su conocido reprís a bordo de su SPAD VII, equipado con un motor Hispano-Suiza. El ha salido de un grupo de pilotos temibles, donde la mascota es una cigüeña. Birkigt, para rendirle homenaje, adopta este emblema que figurará sobre la rejilla del radiador de sus motores. René Fonck, el as de ases con sus 75 victorias homologadas, afirma que "la llegada del Spad y de su motor Hispano ha cambiado la fisonomía de la guerra aérea". Fonck y Guynemer fueron unos de los pocos pilotos que se atrevieron a utilizar el famoso cañón que disparaba a través de la hélice, gracias a un invento reciente, puesto a punto por Birkigt, no olvidemos que había servido como armador en el Ejército Suizo.

Caza biplano Spad VII (1916)

Pendiente de los tiempos, Marc Birkigt pone sus recursos y su facilidad para construir a la mecánica destinada a los hidroaviones y los aviones "terrestres"; otros motores producirán el movimiento de las palas de los primeros helicópteros. Se encuentran así los motores Hispano en el aire, sobre el agua, sobre tierra, y hasta sobre raíles, cuando Birkigt se asocia a Michelín para crear un autorail con ruedas de caucho (el famoso Micheline).

Micheline type 5 (1929)

La evolución social, la Segunda Guerra Mundial que comienza, la multiplicación de los acontecimientos y el poder del Estado, anuncian, a finales de 1936 el fin decidido y perfectamente ordenado de una de las más grandes y prestigiosas marcas de automóviles. Hispano-Suiza encuentra su terminación definitiva de todas sus actividades en el sector del automóvil en 1937.

Para Marc Birkigt el automóvil se ha terminado. En 1938 regresa a sus propiedades de Versoix. Por entonces Louis Birkigt, hijo de Marc, y Maurice Heurteux, su yerno, dirigen la división "aviación" que explota Hispano-Suiza, todavía en Bois-Colombes. Los reponsables de esta fábrica deciden construir otro centro de producción en Ginebra: éste será el de la Hispano-Suiza Suisse S.A., un edificio levantado en la calle de Lyon, en frente de los talleres de Charmilles. Marc Birkigt podrá entonces, en su villa natal, dar rienda suelta a una de sus pasiones: las armas automáticas.

Fallece el 15 de marzo de 1953, a la edad de 75 años, tras sufrir un cáncer de pulmón. Después de haber firmado más de 150 patentes, de las que la mayor parte tuvieron aplicación. Relativamente desconocido de sus compatriotas a pesar de haber jugado un papel importante en el desarrollo del automóvil.