GEORGES KELLNER

De origen austriaco, fundó en 1860 una empresa de guarnicionería en Francia. Tras algunos cambios se instaló finalmente en París, el mejor lugar para un carrocero que se dedicaba a la producción de carruajes para gente adinerada.

El negocio pronto fue ampliado por carrocerías para los primeros automóviles que empezaron a circular por la capital francesa. Kellner no dudó en realizar su propio bastidor de automóvil, para probar sobre esta construcción la fijacción más adecuada de la carrocería y estudiar todos los detalles necesarios con el fin de resolver cualquier problema que pudiese ocurrir.

Pronto introdujo a sus dos hijos: Georges y Paul, en el negocio denominado "Kellner et ses fils" con el subtítulo de "Carrocerías de Automóviles de Gran Lujo". Nada menos.

Georges Kellner presentó en 1903 una carrocería tipo tonneau, en la cual los pasajeros no entraban en una puerta central en la parte trasera, sino por una puerta en el lado izquierdo. El asiento del acompañante era giratorio, con lo que se creó algo parecido a los modernos monovolúmenes. Otra novedad eran los asientos anteriores deslizantes, que se movían hacia adelante para facilitar la entrada a los asientos posteriores.

A partir de 1906, Georges Kellner ofreció sus descapotables, carrocerías muy elegantes, y de un perfeccionamiento poco visto. El experto francés se preocupó principalmente por la rigidez y el silencio una vez cerrada la capota. Todo desenganche de las partes acopladas fue suprimido, añadiendo unos dispositivos especiales que se encargaron de la regulación del juego y los marcos de las puertas forrados de caucho.

A principios de los años diez, Georges Kellner y sus hijos contaron con una plantilla de 600 trabajadores, una cifra que explica la importancia del negocio.

En 1924 presentó su curioso Scaphandrier (buzo), que consistía en un tipo torpedo, modelo abierto con lona pero sin ventanas laterales, al que por expreso deseo de los clientes, se añadió un departamento que podía cerrarse completamente. O sea, los asientos traseros contaron con unos segundos parabrisas, incluidas unas lunas laterales, que cerraron el habitáculo totalmente una vez echada la lona. Esta versión se realizaba sobre bastidor Hispano-Suiza, Rolls Royce 20 HP y también se ha visto sobre Renault 40 CV y un Duesenberg.

Hispano-Suiza H6B Speedster Kellner (1922) Réplica

Hispano-Suiza H6B Speedster Kellner (1922) Réplica

Hispano-Suiza H6C Speedster Kellner (1922) Réplica

Hispano-Suiza H6C Speedster Kellner (1922) Réplica

Hispano-Suiza H6B Coupé de Ville Kellner (1924)

Hispano-Suiza H6B Coupe de Ville Kellner (1924)

Hispano-Suiza H6B Convertible Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Convertible Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Cabriolet Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Cabriolet Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Cabriolet de Ville Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Coupe de Ville Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Berlina Kellner (1925)

Hispano-Suiza H6B Berlina Kellner (1925)

Hispano-Suiza T-49 Roadster Kellner (1927)

Hispano-Suiza T-49 Roadster Kellner (1927)

Hispano-Suiza H6C Boat-tail Roadster Kellner (1928)

Hispano-Suiza H6C Boat-tail Roadster Kellner (1928)

En 1932 Georges Kellner pudo realizar una de las seis carrocerías del Bugatti Royale, con una versión coupé o coach de sólo dos puertas. Resultó uno de los más difíciles de vender, con un precio tres veces superior al de un Rolls-Royce o un Hispano-Suiza, no encontró comprador hasta 1951. Briggs Cunningham lo conservó durante más de 30 años en su museo de Costa Mesa - California (EEUU), manteniéndolo en estado de marcha hasta 1987, año en que lo puso a la venta en subasta. El comprador, un coleccionista sueco, pagó 8 millones de dólares. Puesto nuevamente a subasta a finales de 1989, el Bugatti Kellner fue adquirido por un banco suizo por cerca de 14 millones de dólares.

Bugatti T-41 Royale Coach Kellner (1932)

Bugatti T-41 Royale Coach Kellner (1932)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Kellner (1934)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Kellner (1934)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Pillarless Kellner (1935)

Hispano-Suiza T-68 Berlina Pillarless Kellner (1935)

Hispano-Suiza K6 Cabriolet Kellner (1935)

Hispano-Suiza K6 Cabriolet Kellner (1935)

En 1924 Georges Kellner dejó su empresa a su hijo y a su nieto Jacques, que la llevaron hasta entrada la Segunda Guerra Mundial. En 1941 Jacques Kellner fue arrestado y fusilado un año después... además, en aquellos desastrosos tiempos nadie pensaba en la realización de una carrocería de lujo.

 

 

Extraido del Artículo de Motor Clásico Nº144 "Kellner contra Kellner" y Nº 33 "Los Bugatti tipo 41 Royale".