JACQUES SAOUTCHIK

Los Zswutchik -como originalmente era su apellido- llegaron desde Rusia. Jacques no lo pasó bien en su juventud, debido a los grandes problemas que sufría a causa del idioma. Ni siquiera su maestra podía pronunciar correctamente su apellido. Así fue como su familia decidió cambiarlo al de Saoutchik, que se pronuncia "Sow-chic", sonido que con el tiempo se convirtió en sinónimo del más extravagante diseñador artesanal de Europa. Siendo muchacho había trabajado como aprendiz de ebanista.

Saoutchik se estableció en París en 1906, y antes de la II Guerra Mundial no era extraño que los clientes solicitaran dos carrocerías para cada chasis, por entonces un chasis costaba unas cuatro veces el precio de la carrocería.

Las características fundamentales de las obras que salían de la mini empresa de Saoutchik fueron el uso exhuberante del níquel y más adelante, en la década del los 20, del cromo. Jacques no soportaba trabajar con muchos empleados y sólo aceptaba dos encargos por semana, lo que significaba un total de cien autos en las 52 semanas que tiene el año.

Este modesto número representaba mucho para él, pero poco para sus clientes, quienes pagaban altos precios debido a la exclusividad de sus productos, que podían ser tanto un Mercedes como un Rolls Royce o un Hispano-Suiza.

Además de un magnífico diseñador, Saoutchik fue también un innovador, que patentó una carrocería transformable con un techo convertible para adaptarse a todas las estaciones. Entre sus patentes están también un parabrisas dividido en dos partes y en forma de V, con cada parte del cristal regulable independiente para ofrecer al conductor y al pasajero del asiento delantero diversos niveles de ventilación.

El Hispano-Suiza dibujado a continuación como Coupé de Ville se trata en realidad de un Convertible pues se puede transformar también en un Torpedo totalmente descapotado.

Hispano-Suiza H6C Coupé de Ville Saoutchik (1924)

Entre sus proyectos más notorios, destaca un Mercedes-Benz 680 S de 1928 con carrocería torpedo, relucientes apliques de aluminio y el interior de piel de lagarto.

Mercedes-Benz 680 S Torpedo Saoutchik (1928)

Hispano-Suiza H6C Coupé de Ville Saoutchik (1931)

Hispano-Suiza K6 Roadster Saoutchik (1933)

Hispano-Suiza T-68 bis Cabriolet Saoutchik (1934)

Hispano-Suiza K6 Cabriolet Saoutchik (1935)

Hispano-Suiza T-68 Cabriolet Saoutchik (1936)

En 1938 Sautchik terminó un encargo de André Dubonnet, "rey de los aperitivos", para realizar un coupé futurista sobre bastidor Hispano-Suiza. El vehículo que se puede ver en el siguiente dibujo incorpora una suspensión independiente financiada por Dubonnet. El automóvil, bautizado como Xenia, tiene la parte central inspirada en los aviones con un parabrisas curvado al igual que las ventanillas laterales de las puertas que se abren deslizándose hacia atrás, dejando en el techo un fino pilar central. La parte de atrás lleva cubiertas totalmente las ruedas y acaba en forma puntiaguda, donde una pequeña puerta oculta el maletero equipado con maletas a medida.

Hispano-Suiza H6C Coupé Dubonnet Xenia (1938)

En 1949, tras la Segunda Guerra Mundial, Saoutchik vistió el Delahaye 175 S Roadster, poco después de que los talleres de Delahaye en Tours (Francia) reanudasen la actividad. Esta unidad concretamente fue adquirida por un coleccionista británico de la época que lo adquirió por encargo y lo mantuvo durante cinco años en un garaje de Mayfair en Londres. Únicamente vio la luz del sol en algunas apariciones que tuvo en concursos de elegancia y exposiciones. Después fue trasladado a Colorado (EEUU) donde sufrió un “calvario” en el que se instalaron suspensiones deportivas y un nuevo motor de un Oldsmobile Toronado.Durante años el motor y la transmisión originales permanecieron guardados fuera de su carrocería. A comienzos del año 2000 le encargaron a un restaurador la misión de dejarlo como en 1949, y así hizo. Se recuperó un motor original, se recuperaron las suspensiones que habían sido sustituidas y se dejó como podéis ver en esta fotografía.

Delahaye 175 S Roadster (1949)

En 1950 su hijo Pierre cogió las riendas del negocio y continuó en la línea anterior siendo conocido entre la gente rica y famosa por sus diseños elegantes e individualistas junto con su calidad de primera clase. En 1952 realizó varios modelos espectaculares para la Casa Real de Arabia Saudita, que pedía voluminosos descapotables, con guarniciones doradas. Al mismo tiempo Wilfredo P. Ricart, responsable técnico de Pegaso, entabló contacto con Saoutchik para que presentara un boceto de carrocería sobre la base del Pegaso Z-102. El bielorruso, que por entonces se encontraba en etapa de decadencia, dibujó las líneas de un cabriolet. Semanas más tarde, dos chasis se enviaban a sus instalaciones francesas a fin de ser vestidos. Después de estas dos unidades, y conforme al acuerdo adquirido entre ambas compañías, por el que además Saoutchik se convertía en el distribuidor exclusivo en Francia de los Pegaso carrozados por él, otros doce automóviles en sus diferentes series salieron de los talleres galos entre 1952 y 1954.

Pegaso Z-102 Berlineta Saoutchik Prototipo (1952)

Pegaso Z-102 Cabriolet Saoutchik 1 (1953)

Pegaso Z-102 Berlineta Saoutchik 1/2 (1953)

Pegaso Z-102 Cabriolet Saoutchik 2 (1954)

Pegaso Z-102 Berlineta Saoutchik 2E (1954)

En 1955 el final del carrocero era inminnete. Saoutchik nunca pudo llegar en la posguerra a la fama de los años anteriores a la contienda. Pierre Saoutchik tuvo que declarar la suspensión de pagos.